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Escrito por Gety Pavez VIdal  
Martes, 12 de Junio de 2012 15:42
 Seguramente has pasado alguna vez por alguna de las carreteras de nuestro país y has visto en más de una oportunidad, las famosas animitas, esas casitas que parecen verdaderos santuarios de veneración. Bueno, en la mayoría de ellas se pueden ver botellas de plástico llenas de agua ¿Por qué ocurre esto? Acá de lo explicamos.

Varias son las teorías del origen de esta tradición, sin embargo, la más conocida, es una leyenda que se remonta al siglo XIX en Argentina.

Deolinda Correa, más conocida como la "Difunta Correa", era una mujer proveniente de San Juan, que estaba casada con un soldado que defendía la causa revolucionaria de apellido Bustos. Cuando a él lo llamaron para ir reclutada a la Fuerza de la Rioja,  no tuvo alternativa y debió partir, a pesar de que estaba muy enfermo.

Ella, por su parte, no soportó que su marido se fuera en esas condiciones y decidió seguirlo. Tomó a su hijo y siguió las huellas de los soldados en la montaña. Después de mucho andar y cuando estaba a punto de morir sedienta, cayó sobre un pequeño cerro y murió. Más tarde, arrieros que pasaban por ahí la encontraron junto a su hijo aún con vida, amantándose de los pechos de su madre.

Los hombres cuidaron al niño y sepultaron a la madre cerca del Cementerio Vallecito, en la cuesta Sierra Pie de Palo. Una vez que se supo la historia, comenzaron a peregrinar al lugar miles de personas al lugar, y cada persona iba, le dejaba una botella con agua, para que del más allá ella les cumpliera diferentes peticiones.

Tal fue la popularidad que alcanzó el relato, que la historia se propagó por Argentina, Bolivia, Perú y Chile, especialmente por la Patagonia, lugar donde se cree que incluso, fue un hecho local.

Es por ello, que cientos de transportistas a lo largo del país, suelen dejar botellas de agua en las animitas, en un intento de aplacar la sed y la agonía que sufrió esta mujer al morir. Y aunque muchos lo hagan sin saber la historia, la tradición obliga a los camioneros a dejar botellas, para que los difuntos los protejan en el camino.

Un dato aparte, y que también tiene su origen en la historia de esta mujer, es el nombre de uno de los grupos de música más reconocidos de nuestro país: “Los Difuntos Correa”. Todos, provenientes del sur, arraigaron no sólo sus costumbres, sino que también la tradición “argentina-sureña”, en la que Difunta Correa, era la protagonista.

 Fuente TERRA