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Escrito por Rocío Molina Núñez  

Para que la llegada del horario de verano no genere trastornos en nuestra vida oen la de los niños, una especialista entrega algunos consejos para prepararnos.

A pesar de que estamos en pleno invierno, este sábado a medianoche los chilenos deberemos adelantar una hora nuestros relojes porque comenzará a regir el horario de verano. Se estima que una persona normal, e incluso los niños, no debieran necesitar más de 72 horas para adaptarse al cambio. No obstante hay muchas personas que con la llegada del nuevo horario sufren alteraciones de sueño, cansancio, mal humor y somnolencia.
Para evitar estos trastornos, Marcela Zapata, Jefa de Área de la Escuela de Salud de AIEP, entrega algunas recomendaciones:
- Evitar las siestas en los primeros días posteriores al cambio para ayudar a su cuerpo y mente a conciliar el sueño durante toda la noche.
- Mantener un horario establecido para levantarse y acostarse, aplicándolos incluso en los fines de semana posteriores al cambio de hora.
- Recién tras dos semanas con el nuevo horario, retome su rutina habitual de sueño (siestas y horas diferenciadas para acostarse o levantarse).
- En el caso de los niños, preocuparse que este sábado se acuesten a la misma hora de siempre y que, al día siguiente, mantengan los horarios habituales de su rutina diaria.

La especialista explica que el horario de verano puede ser muy beneficioso para nuestra salud física y mental, ya que “al disponer de más horas con luz natural al final del día, nos sentiremos más motivados a realizar actividades al aire libre y
ejercicio”. Además, añade Zapata, “se estimula una mayor convivencia familiar, ya que los padres sentirán al llegar del trabajo que aún quedan horas útiles que pueden aprovechar con sus hijos”.

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