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Escrito por Gety Pavez VIdal  
Viernes, 29 de Marzo de 2019 21:25
 
Por Montserrat Duarte, jefa social territorial Hogar de Cristo San Fernando
San Fernando está triste. Sé que triste no es una categoría sociológica o política; sé que es una afirmación emocional, pero no encuentro otra forma de describir lo que nos está sucediendo. Tristeza, rabia, impotencia es lo único que expresa cómo están aquellas personas que hicieron de su vida una causa que cerrará sus puertas a finales en marzo, cuando deje de existir el Centro de Encuentro para el Adulto Mayor (CEAM) de Hogar de Cristo en San Fernando. 
Los 30 adultos mayores que acoge el programa llegan en la mañana y se van después de tomar once. Muchos participan de los distintos talleres que ejecutan las profesionales y reciben orientación respecto de su salud y atenciones médicas. Y a esto hay que agregar el que se les hable, se les estimule, se les contenga emocionalmente, se les escuche, se les quiera. ¿Quién cuidará de ellos?
El  monto anual que se requería para seguir funcionando era de aproximadamente 60 millones de pesos. Se lo planteamos al municipio, también presentamos un proyecto a Senama. Hicimos todo tipo de gestiones con la Seremi de Desarrollo Social, conversamos con autoridades, con privados. Pero todos nos dijeron lo mismo: “Reconocemos la importancia de ese programa en San Fernando, pero no tenemos recursos para evitar que cierre”.  
Luis, que participa desde hace varios en el CEAM, me dijo: “Yo llegué enfermo acá, ahora tengo buena salud, compañía, imagine usted cómo lamento que cierren. Nuestro miedo es que no sabemos si nosotros los viejos vamos a quedar botados o vamos a tener apoyo de las autoridades. En el fondo, sentimos que nos están quitando lo único que tenemos”. Los adultos mayores que pertenecen al 20 por ciento más pobre y que tienen algún grado de dependencia de mediana a severa, son alrededor de 160 mil en todo Chile. Nosotros como Hogar de Cristo atendemos sólo al 12 por ciento, por lo tanto quedan 141 mil sin atención, desamparados, a los que esperamos no se sumen estos 30 que encontraban en el CEAM de San Fernando asistencia. 
“Un sentimiento no es noticia”, lo entiendo; “la vida está llena de cierres”, también lo entiendo, pero cuando camino por San Fernando veo a personas mirar el suelo, al cielo, a ningún sitio. Tristes, igual que yo, porque no fuimos capaces de ocuparnos de nuestros mayores, porque todos les hemos fallado.